El capítulo 5 de la encíclica "Hermanos todos"
está dedicado a una política mejor, que es una política verdaderamente al
servicio del bien común. El Papa Francisco rehabilita la política como la noble
actividad social que persigue el bien común. Y como ejemplo de esta mejor
política, presenta (FT 169) los movimientos populares que generan diversas
formas de economía popular y producción comunitaria en la base.
P. Joseph Mumbere
Estos movimientos son experiencias de solidaridad que crecen
desde abajo, desde el subsuelo del planeta. Son "sembradores del cambio,
promotores de un proceso en el que millones de pequeñas y grandes acciones se
enlazan de forma creativa, como un poema".
La Pastoral Social Comboniana de Piquiá - Açailândia en el
estado de Maranhão en Brasil, con la red "Justiça nos Trilhos"
(Justicia en los caminos), la "Casa Familiar Rural" y el
"CIRANDA" (Centro de Innovación Rural y Desarrollo Agroecológico),
está alineada en la promoción y acompañamiento de estos movimientos populares.
La red "Justiça nos Trilhos" pretende reducir los impactos sobre la
población y la naturaleza del modelo de desarrollo que provoca el agotamiento
de los recursos naturales y exige que las actividades de las empresas mineras y
siderúrgicas, como Vale, sean controladas por las autoridades competentes.
También busca mecanismos que permitan una vida mejor para las comunidades del
Corredor de Carajás.
La "Casa Familiar Rural" con su escuela técnica de
agricultura ecológica y familiar y su "CIRANDA" experimenta y
transmite soluciones tecnológicas adaptadas a la agricultura familiar y
campesina, promoviendo la agroecología y el buen vivir como alternativa a los
grandes proyectos agroalimentarios y al éxodo rural. El objetivo de esta
pastoral social es multiplicar en la región a los que el Papa llama
"poetas sociales", que trabajan, proponen, promueven y liberan para
que sea posible el desarrollo humano integral. Una evolución que implica
superar "esa idea de las políticas sociales concebidas como una política
hacia los pobres, pero nunca con los pobres, nunca de los pobres, y menos aún
incluida en un proyecto que una a los pueblos".
La mejor política es la que se hace según el modelo de esos
movimientos populares que crecen desde abajo, desde el subsuelo del planeta, a
través de estos poetas sociales porque sin ellos la democracia se atrofia y se
convierte en un nominalismo, en una formalidad; pierde su representatividad y
se desencarna porque excluye al pueblo en su lucha cotidiana por la dignidad y
la construcción de su destino.
El perdón cura las heridas provocadas por el resentimiento y renueva las personas, las familias, las comu- nidades y la vida social. El perdón es la clave de nuestras relaciones con Dios, con el prójimo y con nosotros mismos El perdón es una necesidad. Si no perdono, no puedo ser perdonado. El perdón es un proceso, este es, un continuo crecimiento hacia la libertad interior. No olvidemos que algunas experiencias son tan dolorosas que requieren mucho tiempo transcurrido en el perdón.