2. Sentido de los acontecimientos.
Para comprender hoy el sentido de un acontecimiento o de un
texto, es absolutamente necesario tener en cuenta tres principios de la hermenéutica
actual. (G. Gadamer) (Hermenéutica: disciplina
de la interpretación).
Primero:
El sentido del acontecimiento surge del mismo acontecimiento:
dimensión objetiva, y del sujeto: dimensión subjetiva. Antes se pensaba que el sentido lo daba solo
el acontecimiento y que, por eso, había personas que sí comprendían los
acontecimientos y los comprendían mejor que otros. Es lo que hoy se llama la “falacia
objetivista”. El acontecimiento es
como una partitura: que se oye según el que lo interpreta (Gusdorf). Para
comprender entonces un acontecimiento hay que tener en cuenta el sentido que
surge del acontecimiento mismo y del sujeto que lo interpreta. Por eso, un
acontecimiento puede tener miles de interpretaciones, pero no cualquier interpretación
es válida y nadie tiene la interpretación auténtica.
Segundo:
El sujeto siempre está situado, comprometido con la realidad.
Toda interpretación es situada, comprometida. “Se habla de comprometerse como
si dependiera de nosotros. En realidad
ya estamos comprometidos, ya estamos embarcados. La abstención es una ilusión”
(E.Mounier). Es lo que se llama la “falacia de la neutralidad”.
Tercero:
El sujeto siempre comprende el acontecimiento a partir de y con un “aparato
conceptual propio”, que le dan su manera propia de mirar el acontecimiento. Es
lo que se llama su ideología. Toda persona acoge el acontecimiento y lo
interpreta de acuerdo a su ideología, es decir, con su ideología. Es imposible leerlo o comprenderlo sin su
ideología. Lo que sucede con mucha frecuencia es que lo lee o lo interpreta desde su ideología´ es lo que se llama “la
manipulación”: a la persona lo que
le importa es darle al acontecimiento el
sentido que le interesa para confirmar su ideología.
3. Importancia de la ética
Desde el punto de vista ético hay que evitar cuatro actitudes que falsean el sentido del acontecimiento. De
ellas hablaba el Papa Francisco en una entrevista a un comunicador social, que son: la
desinformación: dar la información a medias o solo el aspecto que les
interesa; la calumnia: le hacen decir
a la persona o al acontecimiento lo que no dijo o lo que no es; la
difamación: une error o una falta de años atrás, que nada tiene que ver con
lo actual, la sacan ahora, y la coprofilia: le dan la primacía a lo morboso,
a lo sucio.
4. Paros y Pandemia. Quizás, sin embargo, el punto más fundamental que hay que
tener en cuenta y mantenerlo presente implícitamente en todas estas reflexiones
es el hecho de que estos Paros se han vivido en medio y dentro de la Pandemia.
Esto le ha dado a los Paros un sentido muy particular. Sin la Pandemia, estos Paros
no habrían sido lo mismo, y sin los Paros
la pandemia no se habría vivido lo mismo.
Los organizadores de los Paros tuvieron que situarse frente a
la pandemia tomando una de estas tres posiciones: no tenerla en cuenta, tenerla
en cuenta o utilizarla para sus fines. Valdría la pena dedicarle un estudio a esta
relación. Aquí solamente planteamos el hecho imposible de negar que los Paros
se realizaron dentro de una situación de Pandemia. Por eso, lo que se dice de
la Pandemia se puede decir de los Paros. Un ejemplo de esto es lo que dijo
un médico sobre la Pandemia en una entrevista dos días después de haber empezado
los Paros y que se podría aplicar a los Paros:
“
Hay
un proverbio chino
que dice: “El
mejor momento para
plantar un árbol
fue hace 20
años. El segundo
mejor momento es
ahora". Esto se
puede aplicar a
nuestra salud mental:
el mejor momento
para fortalecerla es
ahora. Para lograrlo,
más que en
cualquier otro punto
de nuestra historia,
debemos unirnos y
responder como un
bloque cohesionado y
fuerte. Estos son
los momentos en
los que la
unión, verdaderamente, hace la
fuerza. Si perdemos
la oportunidad para
actuar como un
colectivo fuerte, la
pandemia podrá destrozarnos
desde tres ángulos
diferentes: el financiero, al afectar nuestro ingreso
y el de las instituciones en
las que laboramos; el social, al vernos
forzados a estar en el frente de lucha
contra el virus,
con el estigma que esto, paradójicamente, ha generado
en muchos casos;
y el emocional, al
estar continuamente viviendo
en alto riesgo
de infección, manejando
casos muy complejos
en condiciones subóptimas,
bajo niveles altísimos
de estrés, y por las
tensiones que esto
genera en nuestra
vida personal y familiar
“Entrevista de Alejandro Sadad sobre La Próxima Normalidad, del 30/04/21.
5. Sentido
personal de estas reflexiones.
En realidad estas
reflexiones tienen un sentido muy personal y surgieron de mi deseo y
preocupación por vivir y anunciar a Jesús que está actuando dentro de estos
acontecimientos. Es el ejercicio que hago siempre, y que, desde que empezaron
los Paros, lo he hecho todos los días con una doble preocupación: ver qué
aprendo de ellos y sobre todo cómo puedo vivir y anunciar a Jesús a partir y dentro de estas realidades.
A medida que los Paros
avanzaban muchas personas me pedían mi
opinión y mi posición frente a ellos y frente
a la abundantísima literatura que se ha ido acumulando alrededor de
ellos. Solo ahora se los comparto con una doble advertencia: la primera, que
miren el texto como una invitación a que cada uno haga el mismo ejercicio y, segundo,
que tengan toda la libertad para utilizar como quieran los elementos que aquí
se ofrecen sin necesidad de mantener la fidelidad a nada de lo que escribo. El
texto es del lector y lo puede utilizar como quiera buscando su provecho y el de otros.
6. La Metodología
El método que vamos a utilizar es el del “VER, JUZGAR O
ILUMINAR Y ACTUAR, llamado también de “revisión
de vida” y que hoy se llama “lectura
de la realidad”
Este método lo inventó un sacerdote belga en 1925 llamado Joseph Cardijn, para la
educación y evangelización desde la realidad del mundo obrero. Lo asumió la Conferencia de Medellín, y se popularizó
en la educación popular a partir de la Pedagogía de Paulo Freire.
Primer momento:
VER.
1. En qué consiste
Es expresar la realidad tal como se siente, con toda la carga
de sentimientos, ideas, etc.
La regla de oro es ver sin Juzgar, es decir, haciendo simplemente un
juicio de existencia, no de valor. Decimos
de existencia porque yo no puedo dejar de juzgar. “Pensar es juzgar” (E. Kant)
Este primer momento es absolutamente personal: cada uno ve la realidad a su
manera. De modo que lo tiene que elaborar cada uno personalmente o en grupo.
Como reflexiones mías, personales, que pueden ayudar a comprender
este primer momento del VER, y a título personal, les comparto cinco puntos que
pueden ayudar a comprender la realidad que estamos viviendo.
1. He seguido muy de cerca todas las
marchas y he quedado maravillado y profundamente impactado por la forma, la novedad, los criterios que
expresaban, lo justo y profundo de las realidades que destapaban, la
creatividad de todo tipo etc. Esto daría para un estudio muy profundo. Al mismo
tiempo, me daba la impresión de ser expresión de un estallido reprimido durante
muchos años, y que ahora encontraron manera de manifestarse libremente. Esto da un carácter y una autenticidad nunca vista
antes. Esto no quiere decir que no haya habido errores o actitudes inaceptable,
pero son muchísimo menos que lo positivo y que tampoco oscurecen el mensaje
fundamental
2. Los comentarios, estudios y
reflexiones sobre lo que está pasando
son abundantísimos y de una riqueza y variedad extraordinarias. Los dividiría en
dos grupos: los que buscan reflexionar seria y científicamente sobre ellos con
la intención directa de ayudar a comprender lo que está pasando, son de un valor intelectual, de una calidad humana extraordinaria. La riqueza de estos comentarios es que cada uno lo lee con
su ideología sin manipular los hechos. Son la mayoría. Y los
otros, son de aquellos a quienes solo les interesa ante todo leer los
acontecimientos desde su ideología con el interés de aprovecharse de los
hechos para propagar o defender su ideología.
3. La ausencia del Estado o su presencia
según el juicio muy común. abiertamente dañina, insuficiente o ineficaz. Y esto
es gravísimo porque el Estado es la “espina dorsal de la sociedad” (P. Mujica).
4. La presencia de la violencia en los Paros. De
esto habría mucho que decir. Solo haría
tres anotaciones:
a) Se siente cada vez más fuerte el rechazo a
toda clase de violencia. Me parece que
es un clamor cada vez más universal. b) Cuando se habla de violencia muchísimos
comentarios adolecen de una manera de presentarla en la que una violencia se defiende
por otra violencia. Si se denuncia la
violencia del Estado inmediatamente se dice “¿y
qué dice de la violencia de los
vándalos o de los grupos armados?”, y si se denuncia esta violencia inmediatamente
se habla de la del Estado. Se quiere dar la impresión de que hay una violencia
buena y aceptable y otra mala e inaceptable. Es lo que Mons. Helder Cámara
llamaba “la espiral de la violencia.”
5. La pregunta que queda en el aire es:
¿de dónde salen los dineros para organizar y sostener las marchas y las
reacciones violentas?, porque éstas aparecen muy bien organizadas, planeadas y
con recursos técnicos de último momento.
Podría pensarse que no son espontáneas.
Segundo momento
JUZGAR ILUMINAR.
1. En qué consiste.
Es el expresar las razones para tomar posición frente a las
marchas y Paros. El cómo y el por qué nos situamos frente a esta situación.
La regla de oro del Juzgar esJuzgar sin condenar. Por eso se prefiere hoy el término
de “iluminar” para expresar que no se quiere condenar a la persona, no se quiere “medirla con normas”
sino iluminarla a partir de un unos valores u opciones de la persona que reflexiona sobre el
acontecimiento.
Este juzgar o iluminar
tiene dos dimensiones: la racional y la de fe.
A) Cómo iluminar esto desde el punto de vista racional
1. Ante la imposibilidad de permanecer
sin comprometernos, estamos obligados a tomar una de estas dos opciones: “Podemos ser pesimistas, abandonar y
contribuir a que ocurra lo peor sin vuelta atrás, o ser optimistas, atrapar las
oportunidades que sin duda existen y contribuir, tal vez, a que el mundo sea un
lugar mejor (N. Chomsky).
2. Ante la imposibilidad de permanecer neutral,
sin tomar partido por un bando, la
actitud es tomar posición por unos valores que no son negociables y por
toda posición que favorezca la realización de la persona. Un famoso
intelectual americano, activista contra la guerra del Vietnam, respondía
al acusarlo de estar contra los intereses de EEUU: “No estoy ni por ni contra
ningún bando: Estoy por tres SI y tres NO: Si al diálogo, a la solidaridad universal y a la
primacía de los más vulnerables y débiles. Y tres NO: a la violencia y
al odio cualquiera que sea, a la muerte
por el motivo que quiera justificar y a la dictadura de cualquier clase.”(N.Chomsky.)
B) Cómo iluminar esto desde el punto de vista de la fe
cristiana.
Como punto de partida tener presente que el aporte de la fe
cristiana es al interior de lo humano. No es algo aparte. Recordar la definición
de cristiano de H.Küng: “Ser cristiano es ser humano a la manera de JESÚS” Por
eso, empezamos diciendo que la dimensión cristiana asume plenamente la
dimensión racional que acabamos de expresar, y que la iluminamos con la
referencia explícita a la persona de Jesús.
Teniendo presente este presupuesto, nos preguntamos:
¿Qué le ofrece Jesús a lo que hemos reflexionado?
1. Un sentido al sentido que nosotros, racionalmente,
le damos al acontecimiento (E. Drewermann). Ni Jesús, ni nadie
en nombre de Jesús, nos dicen qué debemos pensar o hacer. Nosotros somos los
directamente responsables de lo que
vivimos y hacemos. Jesús, por su Espíritu y en la comunidad eclesial, nos
permiten discernir dentro de lo que pensamos y vivimos “su presencia, su
acción y su mensaje”.
2. El aporte de Jesús es esencial y absolutamente humano y
humanizador. Todo lo que nos ofrece
Jesús es, ante todo, a plano humano. Y dentro de eso humano está su valor
divino. En Jesús lo humano, en lo que es totalmente igual a nosotros, es
divino. Por eso, para el cristiano todas las reflexiones que se hacen sobre los
Paros son supremamente valiosas.
3. Jesús nos ofrece la orientación en nuestra acción.
La toma de posición nuestra, como cristianos, está en la línea de los
valores humanos que nos orientan.
Es lo que Jesús les decía muy claro a los
escribas y fariseos: “Ustedes pagan
el diezmo de la menta, del anís y del tomillo después de haber despreciado los
puntos más graves de la Ley: la justicia, la misericordia y la buena fe.
Es esto lo que hay que hacer sin descuidar lo otro” (Mt.23,23). Antonio Pagola comenta el sentido de estas
palabras de Jesús: “JUSTICIA, es decir, las relaciones fraternales y
equitativas entre las personas; MISERICORDIA, o sea, que las relaciones con los
otros reflejen a un Dios Padre lleno de ternura “que tiene entrañas de Madre” (A.
Chouraqui) y BUENA FE, que comprende la honestidad, la rectitud y la
autenticidad consigo mismo”
4. Jesús nos ofrece el Reino de Dios
como objetivo de nuestras actividades.
Toda la actividad de Jesús, desde
el principio hasta el final, tiene un objetivo muy claro: ofrecer otro modelo
de sociedad. Es lo que él llama el REINO
DE DIOS. Y este Reino de Dios es la “Realización de la fraternidad universal” “Desde el principio la llamada a los primeros
discípulos es a que sean “pescadores de hombres. Que hagan una nueva
humanidad.” (Jon Sobrino).
Tercer momento
ACTUAR.
1. En
qué consiste.
Este consiste en concretizar en la vida real todo lo que se
ha reflexionado en los otros dos momentos. Toda la reflexión que hemos hecho tiene
que terminar en acciones que concreticen todo lo anterior. Sin el actuar
todo lo anterior se quedaría en una reflexión muy válida pero que, en
último término, no toca nuestra vida concreta.
La regla de oro es actuar lo real, lo
posible. No el actuar ideal:
“lo que podría, quisiera o debería”
Es decir: lo que puedo
hacer en este momento, porque de todos modos tengo que hacer algo. La
vida no se detiene.
2. El actuar tiene también dos dimensiones: la dimensión
racional y la dimensión de fe.
A. Dimensión racional:
1. Hoy, el elemento
definitivo en la práctica son los MEDIOS que se utilicen. Para actuar eficazmente no basta tener claros los objetivos
o las orientaciones sino encontrar, descubrir y proponer los medios eficaces
para realizar todo lo que se ha reflexionado.
Siempre se dijo “el fin no justifica los medios”. Hoy se dice:
“Los medios son los que hacen eficaces los fines, y son los que revelan el
sentido profundo de los fines que se están proponiendo” (N.Chomsky) Es aquí
donde hay que plantear la discusión sobre los bloqueos. Estos son unos medios
que han resultado supremamente eficaces, pero ¿para qué fines?, y ¿dónde está
la eficacia de esos medios? No están en la violencia ni en la violación de
valores fundamentales de la persona y de la sociedad. ¿Son eficaces para ayudar
a los más pobres y desprotegidos de la sociedad? Son las preguntas que nos
tenemos que hacer
2. El actuar tiene que ser TRANSFORMADOR de la
realidad personal o comunitaria o socio-política, según el tipo de acción que se
realice. En la práctica, estas tres dimensiones de la realidad van siempre
unidas, pero la acción normalmente privilegia una de ellas. En el fondo, la
transformación más fundamental es la personal, que consiste en cambiar la mentalidad
de la persona, espontáneamente egoísta y libertina, en una mentalidad que busque
ser ella misma en comunión con los otros. Sin esta transformación
personal las otras dos no tocan en profundidad la persona.
3. La acción tiene que hacerse al mismo tiempo: desde la realidad
de la persona que hace la acción, que es la que determina la orientación de
la acción, y desde la realidad del otro que determina el cómo concreto
de la acción.
B. Dimensión de fe.
1-Jesús hace de la realidad, en todas sus dimensiones, el
lugar primero y esencial donde se le puede encontrar: “Fuera de la realidad
no hay salvación” (I. Ellacuría). Es
el sentido de la Encarnación. En Jesús, Dios decide revelarse en la realidad humana de Jesús que es la realidad de toda persona.
Desde Jesús la realidad en todas sus dimensiones se convierte en “Sacramento”. Por eso, el sentido profundo de los “Sacramentos”
es que son celebraciones de la vida humana en la Persona de Jesús.
2. La necesidad absoluta de la acción.
La propuesta de Jesús es para esta vida, y se construye a través
de la acción. Lo de Jesús nada tiene de un espiritualismo desencarnado y
alienante. Solo se honra a Dios trabajando por los otros: “Lo que hicieron al
más pequeño de estos, a mí me lo hicieron” (Mt.24,41) “No es el que me dice Señor, Señor, el que
entra al Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre…”
(Mt.7,21-29
3. La eficacia de la acción.
Sobre todo Jesús nos da la seguridad de que, manteniéndonos
fieles a su Persona y a su manera de actuar, nuestra acción tendrá una eficacia
segura. Fueron las últimas palabras de Jesús a los discípulos ante de que se
tuvieran que enfrentar a la prueba mortal de la Pasión. “En el mundo tendrán
que sufrir mucho, pero tengan coraje: YO VENCÍ EL MUNDO” (Jn.16, 33) Y lo
que les dijo ante de subir al cielo: “Yo estaré con ustedes hasta el final
del mundo” (Mt.28,20).
4. Aporte de Jesús sobre los medios para la acción.
Este es quizás el aporte más importante de Jesús por su
actualidad. Los filósofos franceses, sobre todo J.F Lyotard, dicen que el
problema de hoy no son los fines que se busquen al hacer la acción, sino en los
medios para realizarlos, es decir en la praxis, porque en los fines hoy
casi todo el mundo está de acuerdo, por ejemplo en crear otro mundo más justo e
igualitario, en el cuidado de la naturaleza, en el cambio climático etc. El problema
está en cómo realizarlos, es decir, en los medios para hacerlos vida.
Pues, precisamente, esa fue la cuestión primera para Jesús al
empezar su misión, tal como lo muestra el pasaje de las tentaciones. El ir al
desierto, el primer acto de su vida pública inmediatamente después del
bautismo, fue para prepararse para su “cambio de vida”. Pues bien, las tentaciones
que le propone el demonio no son sobre su misión, sino sobe los medios para
realizarla. El demonio le propone, como medios eficaces para realizarla,
los medios de poder: económico, religioso
y político. Para Jesús, los medios, cualesquiera que sean, son eficaces si están
orientados por la Palabra de Dios (Lc.4, 1-13). Y para nosotros, la Palabra de Dios, el Verbo,
es Jesús. Y para Él es bien claro que lo que valoriza la acción es la entrega
de la vida por amor.
Conclusión.
Todo lo que hemos reflexionado es más necesario que nunca tenerlo
presente y grabado en nuestra mente y en nuestro corazón, sobre todo, en estos
momentos de una oscuridad casi total y de una amenaza que parece imparable del
caos y de las fuerzas del mal y la mentira. Desde ahí surge la seguridad y la fuerza de nuestra
esperanza. El cristiano no lucha solamente con la esperanza de salir adelante, sino
con la seguridad de que “Todo es gracia”.
Quisiera terminar estas reflexiones con estos textos que son gritos y llamadas a
mantenernos junto a nuestro pueblo, llenos de alegría y esperanza, como lo
expresaban los jóvenes en las marchas.
JESÚS ESTARÁ EN AGONÍA HASTA EL FIN
DEL MUNDO. NO PODEMOS DORMIR DURANTE
ESTE TIEMPO- B. Ascal S.XVII
LA GLORIA DE DIOS ES QUE
EL HOMBRE VIVA. S.Ireneo (S.II)
“NO SE ACUERDEN MÁS DE LOS ACONTECIMIENTOS ANTIGUOS.
NO PIENSEN EN LAS COSAS PASADAS.
HE AQUÍ QUE VOY A HACER ALGO NUEVO QUE YA ESTÁ
APARECIENDO: ¿NO LO RECONOCEN?"
(IS.43,18)
VEN SEÑOR JESÚS
El perdón cura las heridas provocadas por el resentimiento y renueva las personas, las familias, las comu- nidades y la vida social. El perdón es la clave de nuestras relaciones con Dios, con el prójimo y con nosotros mismos El perdón es una necesidad. Si no perdono, no puedo ser perdonado. El perdón es un proceso, este es, un continuo crecimiento hacia la libertad interior. No olvidemos que algunas experiencias son tan dolorosas que requieren mucho tiempo transcurrido en el perdón.