- Para agradecer,
contemplar, profundizar y reavivar los frutos y retos que nos dejó la V
Conferencia de Aparecida (2007) a los 14 años de su realización.
- Para continuar la
experiencia del Sínodo de la Amazonía – algo inédito en su estilo sinodal – por
medio de la oración, una metodología representativa incluyente, el proceso de
escucha-discernimiento-corresponsabilidad y en salida misionera permanente con
el pueblo, en presencia solidaria y como signo de fraternidad.
- Para acompañar el
profundo y urgente proceso de renovación y reestructuración del CELAM
- Para América Latina y
el Caribe y como ofrenda para la Iglesia Universal.
Una verdadera
celebración de nuestra identidad eclesial al servicio de la vida, inspirados en
los cuatro sueños del Papa en Querida Amazonía:
Sueño
Social: un Continente que luche por los derechos de los más pobres, de los
pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad
sea promovida…
Sueño
Cultural: un Continente que preserve su riqueza cultural que lo destaca, donde
brille en modos tan diversos la riqueza de sus grupos humanos…
Sueño
Ecológico: un continente que custodie celosamente la abrumadora hermosura
natural que lo engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas…
Sueño
Eclesial: una Iglesia con rostro propio donde sus comunidades cristianas sean
capaces de testimoniar su compromiso de fe en América Latina y el Caribe hasta
los últimos rincones del mundo…
En un contexto difícil:
“Una expresión genuina de una presencia que abraza las esperanzas y los
anhelos de todos los hombres y mujeres y de los jóvenes que conforman la
Iglesia, especialmente en un momento de profunda crisis, y donde la coherencia
con el Evangelio de Jesús será el gesto vivo que dará relevancia a nuestro ser
y estar en medio de los gritos de los empobrecidos y de la hermana madre Tierra
en este tiempo de pandemia”.
Con sentido Misionero:
“El reto fundamental de esta Asamblea será mostrar la capacidad de la
Iglesia para promover y formar discípulos y misioneros, que respondan a la
vocación recibida y comuniquen por doquier, por desborde de gratitud y alegría,
el don del encuentro con Jesucristo” Caminando con María. E
l
lugar de encuentro será la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, donde la
Madre convoca a sus hijos para llenarles de consuelo, fortaleza y dignidad
plena y al mismo tiempo crisol de donde son enviados como misioneros de
transformación, esperanza y misericordia.
El perdón cura las heridas provocadas por el resentimiento y renueva las personas, las familias, las comu- nidades y la vida social. El perdón es la clave de nuestras relaciones con Dios, con el prójimo y con nosotros mismos El perdón es una necesidad. Si no perdono, no puedo ser perdonado. El perdón es un proceso, este es, un continuo crecimiento hacia la libertad interior. No olvidemos que algunas experiencias son tan dolorosas que requieren mucho tiempo transcurrido en el perdón.